“….y ahora les contaré por qué lo llaman Maisanta, por qué lo llaman Maisanta, porque cuando pelea Pedro Pérez Delgado, en el momento de trabar la pelea y antes de que salga de la funda el machete, arma los aires con su grito de guerra y así en la carga va gritando el guerrillero…¡Maisanta virgen del socorro de Valencia!. Madre Santa dice la gente pero Maisanta dice Maisanta y las maneras de los hombres los hombres deben respetarlas.” [1].
Inicios del 2014, la Venezuela de Bolívar, se
ve sacudida por un conjunto de movilizaciones que pretenden echar abajo más de
una década de los gobiernos bolivarianos. Sin pretender ser patudos, en este
artículo queremos compartir contigo nuestra mirada de cómo vemos nosotros lo
que está sucediendo en las tierras llaneras. El imperialismo yankee, con su
afán de arrebatar todo lo que le pueda servir, se metió en una ofensiva
contundente contra Venezuela como también en Ucrania. Con sus pulsaciones
egoístas y hambriento de petróleo aprovechó el momento que fueron creando con
mucha antelación, para zamparse en una ofensiva golpista y de corretear al
gobierno de Maduro. Un poquito antes del 12 de Febrero, los estudiantes
universitarios se comenzaron a movilizar por la inseguridad vivida en aquel
país. Con un manejo comunicacional de gran magnitud, pretenden crear un
ambiente de inestabilidad política, económica y social.
A partir del ataque feroz al imperialismo, el
11 de septiembre del 2001 con el derribamiento de las torres gemelas, en el
mundo entero se abrió una nueva época, en donde la unaliteral hegemonía yankee se fue desplomando,
creándose el momento de los Pueblos. Dicho momento, potencia (algunos venían de
antes) y posibilita las revoluciones hechas Estado. Venezuela, Bolivia, Ecuador
fueron inaugurando un nuevo momento en América Latina. Gobiernos que se hacen a
través de las elecciones y que tienen un cargadísimo sello popular pero que no
se toman del todo el todo. La apuesta es generar pueblos luchando por su
libertad y hacerle frente a las arremetidas constantes del imperialismo en nuestras tierras.
Gobiernos, con riquezas naturales significativas, que fueron capaces de cambiar
las orientaciones del mercado. En el plano internacional, el sueño de la Patria
Grande comenzaba una vez más a cabalgar por lo ancho y largo de Latinoamérica. Apostaron
a lo grande, creando una frente económico, social y político antiimperialista,
que es el ALBA.
La Venezuela de Bolívar fue de menos a más. Las
misiones fueron generando posibilidades y oportunidades concretas para millones.
La educación ya no fue un imposible, la salud se alejó de la mercantilización y
los enormes bolsones de pobreza se fueron esfumando. El avance de Venezuela en
más de una década, en lo que refiere a la dignidad humana, ha sido sustancial.
Procesos que aún están abiertos y que en los cuales queda mucha historia por
escribir. De una Venezuela sumergida en una pobreza gigantesca, de una
Venezuela carcomida por la violencia cultural y de una Venezuela sin
oportunidades; a una que es capaz de soñar, de estudiar y de ir saliendo a paso
sostenido de la pobreza. Entonces, una Venezuela digna, agigantando el ALBA y
más encima cerquita de EEUU, se transformó en un problema de proporciones para
las intenciones que tienen los yankee para América Latina y el Caribe.
El Deja vu
latinoamericano.
Una altísima inflación, desabastecimiento,
devaluación de la moneda, montoneras de dólares para los sectores burgueses
opositores, grotesca manipulación mediática etc…., sino estuviéramos hablando
de Venezuela, perfectamente uno podría afirmar que aquellas características son
de cualquier país en donde ha habido golpes militares. Nosotros tenemos el
nuestro, en donde a la Unidad Popular la fueron arrinconando con esta receta.
Sabemos de más que está mezcla de ingredientes es de altísima ferocidad, como
también conocemos la historia de la cual los Pueblos tienen que ser capaces de
aprender y de cualificar sus propias luchas.
La caza de brujas
internacional
Las piezas se mueven también en el plano
internacional, para agudizar el escenario inflado y para que se genere una
presión en el ámbito internacional. Los primeros que salieron, fueron los
lacayos de los yankee. Santos y Piñera, ya fueron mandados al carajo por los
bolivarianos, lo mismo le ocurrió al presidente de Panamá y al jala jala de
Insulsa con su sucursal imperialista, llamada OEA.
El Momento abierto
está para un salto cototo.
Es sabido que las lautarinas y lautarinos somos
sumamente respetuosos con los procesos con los cuales se enamoran los pueblos
para resolver sus vidas. También hemos afirmado en reiteradas veces, que nos
sentimos distantes con aquel paradigma del socialismo del siglo XXI y de lo que
se ha denominado como Chavismo. Dichas distancias son principalmente por
nuestra obsesión por el todo y de no dejar amarra por amarrar. Estamos
convencidos que las revoluciones son de pueblos y que no son estado de las
cosas sino que un proceso siempre haciéndose, colocándose siempre nuevos
desafíos, cuyos protagonistas sean los del Pueblo, más que las instancias
propias del Estado. Las revoluciones hechas Estado, dejan esa grieta abierta.
Al no poder tomarse el todo dejan la oportunidad para que desde dentro se
bombee la contra revolución. Los Estados se van burocratizando, se hacen
tremendas moles, pesadas y que van perdiendo el diálogo creativo e imaginativo
con el Pueblo.
Siendo claros en nuestras diferencias, vemos a
la Venezuela de ahorita, con un tremendo desafío por delante. El momento
abierto, en donde el enemigo se hace visible, en donde son palpables sus
tentáculos, se puede potenciar una ofensiva revolucionaria que sea capaz de
tomarse el todo el país. Un momento para seguir cautivando con la revolución,
un momento para agigantar aquel enorme patrimonio que es la identidad
bolivariana y un momento para meterse con todo de lleno en las mismas
relaciones cotidianas de los populares venezolanos. Es decir, una ofensiva de
despliegue de las ideas de la dignidad humana hacia el meollo corazón del
pueblo de Bolívar. Aconchar los avances sustanciales, desburocratizar el poder
estático, asumir los errores y cualificar para adelante con todo y para todo.
Apostar a más y más, dando los espacios para la potencia del Pueblo mismo. Para
seguir acentuando los procesos de cambio cultural, porque como ud, ya sabrá, que
en Venezuela se porte armas es un asunto cultural que viene desde mucho antes.
El Pueblo venezolano tiene que seguir haciendo historia, tiene que saltar a lo
nuevo asumiendo con todo los nuevos desafíos instalados. Y por eso tiene tanta
fuerza el grito de Maisanta. Posición de lucha concretita, que no da espacio al
imperialismo. Que el espíritu de dignidad de Pedro Pérez Delgado inunde las tierras de Simón Bolívar. Y los Pueblos de América Latina se tienen que
seguir enamorando de la Patria Grande.
[1] Extracto de
letra de canción, cantada por Hugo Chávez. En un estilo musical entre corrido y
joropo, le hace una homenaje al Guerrillero Pedro Pérez Delgado que murió en el
castillo libertador de puerto cabello en Mayo de 1929.