SUBVERSIÓN EN LAS ESQUINAS POPULARES:

CRÓNICAS DE LO COTIDIANO

Ya es tarde son las 6 de la mañana y hay que ir a laburar, un café, agüita fría pa’ despabilar y de vuelo al paradero que obviamente está desbordado de gente esperando el único bus que pasa por estos lados. Hartos meses estuve cesante y por la cresta que se sufre cuando se prolonga más de lo habitual, pero gracias al contacto del amigo de un amigo, apareció algo momentáneo, una peguita en la constru, de jornalero en una obra apoteósica, para que un grupo de burguesitos rosaditos se den el gusto de ser dueños de la torre más grande de Chile, ícono de una prometida modernidad que sólo llega al barrio alto, cuyo lugar se utilizará para el arriendo de oficinas a distinguidas empresas transnacionales que ocuparán a chilito como plataforma para sus negocios en Latinoamérica…

Mi pega realmente queda en otro país, no sólo porque me queda a la chucha de la casa sino también porque es otro mundo: el de los negocios, lleno de vitrinas y cámaras, habitantes con trajes costosos y de buenos tatos, indiferentes se cruzan sin acusar la existencia de los demás, sin problemas de insolación porque está tapado en rascacielos de sombra eterna, soy un verdadero extranjero en estas tierras que los paltones han bautizado como Sanhatan…

Yo definitivamente soy de otro país, nada que ver con sus costumbres y valores, yo soy popular y lo digo con orgullo, no se trata de que me guste ser pobre sino que soy y me siento parte de un pueblo trabajador, un pueblo que haciéndose clase se transforma en gigante, “los sueños en realizaciones y la vida en esperanza alegre” como alguna vez escuché por ahí…    
     

 …ahí viene la micro, me zumbo y me voy colgando como todos los días, no estoy ni ahí con pagar y no por faltarle el respeto al chofer, si el socio es trabajador como uno, el problema es con su patrón que se ve beneficiado con nuestra tragedia periódica  y ese cuento que por culpa nuestra es que sube la tarifa es terrible mula, las empresas no han dejado en ningún momento de ganar y los únicos que perdimos somos nosotros esperando eternidades en el paradero, siendo transportados como ganado. 

En la pobla son otros los aromas, las murallas nos van gritando al pasar el malestar y la chateza masiva, todos los Basta ya! Acumulados en décadas y que cada vez se hacen más inaguantables, pero también esos muros nos avispan de las luchas y de nuestros anhelos en variados formatos: brochazos, murales, el esmalte en los paraderos y los tallarines entre otros, adornan con sentimiento popular nuestras avenidas, si po compare en estos barrios hay historia así como en varios lados más, surgidas de tomas de terreno o con harto esfuerzo de nuestros viejos y abuelos, con compas que han dado la vida y cuyos rostros pintados con aerosol jamás se olvidan…

Hemos tenido bajones si, las cosas se ponen peluas pa’ parar la olla, las pegas son pencas y escasa, la cesantía se contagia en la pobla más que la porcina, y pa enajenarse de tanta mierda los cabros caen al vicio, a la angustia, la pasta los comienza a matar y los veis al tiempo deambulando como zoombie por las calles, algunos buscan otros destinos menos honestos, los que tienen suerte no caen en cana, pero esos se salvan solos… los que no aguanto si, son esos que andan cogoteando a los nuestros, si son tan choros vayan a robarle a los ricos, a ellos les sobra caleta y más encima nos han robado a nosotros de generación en generación…

Hubo tiempos duros, donde uno veía pasar a los vecinos con miedo, inseguros en sus propias calles, pero la cosa está cambiando, los broca cochi están más despabilados, cachan que eso de la pasta los deja todo cagao y atontado, serviles para este capitalismo salvaje, y de a poco se han dado cuenta que sólo luchando es como se cambian las cosas, la protesta se va instalando por todos lados y de todas formas, irrumpiendo en lo cotidiano con demandas concretas, apoderándose de las esquinas más humildes, con el ejemplo de otras regiones tanto del norte como en el sur, hasta a mi taita y a mi maima lo veo más motivaos, nos apañan en lo que pueden y nos aconsejan que la vida se defiende peleando y no de rodillas, que es así como se consiguen las cosas, así como en los 80`, si esto es hasta vencer o vencer, así de simple…

Cada vez veo a mi pobla más bonita, hasta se nota que se cuida más. Cada día son más los espacios que van sumándose en este torbellino de movilización y organización, de todas las edades y generaciones; la fauna es bastante diversa pero aún así todos parte a la vez de este gigante popular que se rebalsa. Distintos piños aportando de diferentes maneras, desde el club deportivo, pasando por el centro cultural, los preu’s y reforzamientos escolares, bibliotecas y talleres varios, revistas, TV’s y radios comunitarias, comités de vecinos, allegados o de endeudados, asambleas populares, etc. Todo aquello que implique tomarse los espacios y recuperarlos para resolver nuestras necesidades nos sirve, así vamos emancipando nuestros territorios populares y de pasadita le vamos corriendo el cerco a estos capitalistas ladrones hijoeputas… Así es la cosa por estos lados, desde hace años que está movida mi pobla, cada día más subversiva se ve más linda, menos pasta y reventaos, más aguante y apaño, claritos que somos todos de la misma clase.

Salgo de la pega y me viro al toque pa’ la casa, apestado de tanto cuiquerío, apunado de tanto lucro. Por fin llego, hogar dulce hogar -pienso mientras camino ya relajado por mis calles-, en la esquina los infaltables de siempre, intercambio de silbidos y bromas, abrazos y chelas que circulan, saciando la sed acumulada durante la jornada y el ritual del natural mistyc, flores enroladas que expelen aquel relajante humo mágico que nos envuelve en su melaza, apiñados entre risas y palmoteos, parlamos de lo humano y lo divino, de las pericias del día a día y los cahuines del barrio…         

Desde la cancha después de la pichanga, los cabros me recuerdan que mañana hay marcha y que por lo que se rumorea hasta la vieja sapa del pasaje va a salir con su cacerola a protestar, si hasta el vecino que no se metía en nada, piolita fue a dejar un sillón todo viejo al basurero justito hoy.  Ya sabís ya-le digo al flaco- tu tía tiene que puro dejar la reja sin llave por si acaso, el flaco todo confiado me responde que ya está todo conversao y que ni deberíamos preocuparnos de eso si los que van a salir arrancando esta vez va a ser la yuta, ya nadie les tiene miedo a esos giles, además en la calle combatiendo somos caleta…

Dicho y hecho, centenares de rostros tomándose la avenida principal, banderas, lienzos y gritos, por ahí se asoma uno que dice: Somos juventud popular jaranera e indómita: viviendo y haciendo la revolución, firmado con una estrella y una lanza… ya tu sabes la alegre rebeldía, las antorchas se asoman al atardecer, no falta nadie, hasta la repre está presente, nos ponemos todos choros y entre el fuego, con camotes, pinturas, palos y mechas, los piramos de nuestro territorio…

 Agotado por la larga jornada y el mambo voy directo al sobre, a la mañana siguiente en la feria con miradas cómplices saludo a mis vecinos. Así da gusto dar un paseíto por los barrios, se respira otro aire, son vientos huracanados que provienen de distintas direcciones, parándole la mano al capitalismo crestón y sus lacayos.