De unos años a esta parte la movilización popular ha ido creciendo. Cada día que pasa somos más y más los rostros concretos con todas las ganas de mandar a la cresta a este capitalismo crestón.
El pueblo rebelde, chato con las migajas, viene reventando por las propias necesidades e inventando nuevas formas de organización, de lucha y nuevas identidades que se van centrando en la protesta, el paro y la huelga como métodos eficaces.
Hoy día nuestra obsesión y apuesta concreta es un movimiento diverso desparramándose por todos lados, desde distintas experiencias, territorios y frentes, con la transversalidad fundamental en la mirada de clase, popular y subversiva. Voz y acción certera de nuestros asuntos de pueblo.
Como lo hemos visto y vivido es posible darse cuenta que la cuestión de hoy día no está siendo elementalmente un problema de fuerzas, es decir, los pingüinos pegaron un chancacazo cototo, los pobladores y allegados siempre inquietos imponiendo sus tiempos y algunas fuerzas más de los subcontratados de este país que también han golpeado fuerte, al igual que los mapuche que están en el sur dándole al capitalismo.
El hecho es que los populares están desatando sus ganas y se están zarpando frente al sistema de los poderosos.
No se trata de decir que estamos listos… solo que hay fuerza y es bastante, eso es un hecho. De esta manera es que para nosotros el asunto de hoy va en ir haciéndonos Movimiento para ir parándole la mano al capitalismo.
La apuesta es un Movimiento de lucha concreta, con la frontera clara, asumiendo la posición de clase que vaya instalándose en las diversas cotidianeidades populares para ir tomándonos todo.
Si hay fuerza, si hay rabia, si hay descontento con este capitalismo cagón, es nuestro deber de revolucionarios cualificar estas expresiones, desparramar ideas que tengan esa dirección, instalarlas de la mejor manera que se nos ocurra… por eso queremos hacernos movimiento.
Ir moviendo ideas y quehaceres, identidades, valores y relaciones, tomarnos nuestras vidas, en el fondo se trata de ir moviendo vidas que se van haciendo subversivas, siempre haciéndose-haciéndonos, y que en este proceso vamos incubando una vida distinta y mejor para los populares.
Un Movimiento que sienta, piense y actúe. Que sienta como pueblo porque es popular, esa mezcla de indignación frente al capitalismo crestón y de felicidad por nuestra potencia revolucionaria, que de a poquito en nuestra cotidianidad rebelde hemos ido degustando. Que piense como intelectual orgánico, discutiendo los movimientos de los poderosos y definiendo nuestra táctica para hacerle frente, y siempre atento a los gestos y quehaceres de los demás populares. Y que actúe subversivo, que haga concreta esa indignación, esa potencia revolucionaria y ese ingenio para lograr acciones que lleven al punto más álgido las contradicciones cotidianas de este sistema de mierda.
Ni ahí con las voces ajenas que falsamente dicen interpretar nuestras vidas y necesidades, nuestra volada es asumir nosotros mismos, en y desde el pueblo, ese desafío. Movimiento insolente, que se tome los espacios haciéndolos subversivos, porque siempre somos más y más… necesitamos esos espacios.
La protesta es una más de las herramientas a la mano, que hoy por hoy se nos vuelve la mejor táctica frente a la crisis del capitalismo que quieren que la paguemos nosotros. Protestas por reivindicaciones justas y urgentes para el mejor vivir aquí y ahora y para la acumulación de esa Fuerza Popular que tarde o temprano se lo va tomar todo para si.
La apuesta no es repetir, no es nostalgia ni romanticismo. Es pa’delante, es invitación a ir haciéndonos subversivos, es provocación a luchar y a crear desde lo nuevo que es único, irrepetible y nuestro.
¡¡¡ A PARARLE LA MANO AL CAPITALISMO CRESTÓN !!!
Mayo del 2009