SUBVIRTIENDO EL ETER HASTA LAS ESTRELLAS.

(El Sentido Social y Político de las Radios Populares)

Larga y rica en historias han sido las experiencias de las radios populares;  desde aquellas que nacen anónimamente, como iniciativas de algún curioso en el pasaje o la villa, para entretener  a jóvenes y niños con la magia de hablar a través de un aparato; recuerdo otras mas de servicio comunitario, que funcionaba cerca de mi pueblo natal,  allá en la caleta de pescadores  en Tumbes  y que servía para mandar mensajes a los pescadores que se echaban por un par de días a la mar y también  las otras caletas de la costa que los alcanzaban a escuchas, entre boleros y rancheras emitían sus mensaje a través de un  vetusto  aparato que les habían regalado a los buzos  un barco Alemán, por algún servicio prestado; la radio transmitía con el puro empeño de la comunidad residente en la caleta, no más de quince o veinte familias. Otras historias han sido más combativas, como las transmisiones de la resistencia  francesa  y alemana en los tiempos de la ocupación  nazi, sus mensajes animaban a la resistencia y advertía a la población de los movimiento de las tropas en los territorios ocupados. En Chile igual tenemos algunas de esas experiencias, cuando el MIR primero, el Lautaro y el Frente después realizábamos transmisiones clandestinas, con equipos que generalmente eran recuperados, desde vehículos que estacionábamos en las esquinas por quince o veinte minutos, para luego cambiarnos de Comuna e inundar el dial con nuestras consignas.


La mayoría de estas historias son ya casi prehistóricas, cuando la tecnología aún no masificaba el chip, los computadores eran del porte de una lavadora y la nanotecnología era parte de la ciencia ficción; ya a fines del  1900 y comienzos del 2000 todo ha sido distinto, los cambios adquieren una velocidad exponencial y pareciera que todo es posible; desde la CAS. (Cárcel de Alta Seguridad), que era la cárcel de la Concertación para los subversivos y revolucionarios, podíamos grabar nuestros programa por la libertad y la revolución, en diminutas grabadoras y así romper los muros e inundar el éter con nuestras ganas de subversión revolucionaria, a través de Radio Villa Francia, Los Placeres de Valparaíso, 1° de Mayo de la Victoria y varias otras que ahorita no recuerdo, en fin.

Dos ámbitos de lo Popular diría Gramsci, el socio-comunitario y el político-revolucionario, la vida y los sueños fundiéndose en lo esencial; son esos ligamentos que hacen la potencia del país popular, no es la visión romántica, ni los negocios, ni dominación, sino una construcción de, por y para los populares; contrapoder, contra hegemonía, pero por sobre todo alternativa. Una radio metropolitana primero y nacional después, desparramando identidad subversiva y revolucionaria, no esa de la Teletón sino la de la praxis de transformación, no es de nadie y es de todos los que quieran, su identidad son sus contenidos que son los de muchos, cada cual en lo suyo y  todos en lo mismo.  Quiénes no caben, los del poder del dinero ni los del poder político, !!Piñera y Concertación la misma mierda con distinto olor ¡

Hoy, quienes hacemos en las radios populares, con la excepción de radio 1º de Mayo y la radio de la villa Francia que tienen una larga trayectoria de lucha y trabajo, nos vemos constantemente atacados por la legislación vigente y sus celadores, constantemente tenemos que estar escondiendo nuestro equipos y nuestro trabajo se ve entorpecido; recientemente se ha promulgado una nueva ley de radios comunitarias, pero ella no resuelve nuestro libre accionar en los territorios, la ley lleva a la competencia con organismo e instituciones de otro carácter como lo son las iglesias evangélicas y los proyectos financiados desde el gobierno de turno.

Por ello soñamos con la idea de concretizar una transmisión radial subversiva y revolucionaria que sea producto y expresión del trabajo que realizamos todos quienes trabajamos en estos medios; creemos que técnicamente es posible y por ello nos lanzamos al desafío.

Mayo del 2010